¡Buenos días a tod@s¡
¿Qué tal lleváis el veranito? Yo tengo una noticia
¡¡¡HOY ME VOY DE VACACIONES¡¡¡ YUPIIIIIIIIIII ¡¡¡¡
Y para despedirme de mi etapa de mujer trabajadora, ayer le di un golpe al coche de mi costillita de Adam, glup, pero bueno, como fue aparcando, no fue mucho, un faro roto por aquí y unos raguñitos de nada por allá jeje hoy sin falta lo tengo que llevar a reparar para tenerlo listo para ¡¡¡irnos a la playa¡¡¡
El verano de los niños sigue inmerso en un mundo basado en la piscina, las siestas, los juegos con los amigos y la retirada del pañal nocturno, por lo que va viento en popa a toda vela.
Respecto a la retirada del pañal nocturno, no hay marcha atrás. Si algún día tienen un escape se suelen despertar ¿Por qué no avisan a su papi? Misterios de la naturaleza jaja. María lo lleva genial, apenas se le ha escapado el pipi un par de días (entre ellos hoy) y Alex tampoco va mal, aunque ha tenido más escapes que su hermana, pero no tengo queja, va todo mejor de lo que esperaba.
Otro avance en la vida de mis mellizos es que comienzan a no querer llevar manguitos en la piscina, e incluso hemos observado que si les quitamos los manguitos son capaces de mantenerse en el agua un poquito (sus fuerzas no dan para mas). Quieren aprender a nadar, bueno según ellos ya saben jeje. El caso, es que esto me hace plantearme que el próximo año los voy a llevar a natación durante el invierno, para que el próximo verano sepan nadar ¡pero de verdad¡
Aunque debería tener la cabeza centrada en las maletas para irnos a la playa, mi cabeza esta ahora ocupada en el armario de invierno de los niños, se que estoy como una cabra pero ¡así soy yo¡
Todo comenzó hace dos semanas cuando me acerqué un día a Zara y me encontré con toda la ropa de temporada, aluciné, y en ese momento pensé uff que pereza pensar en abrigos, pero claro en la calle hacían ¡¡40 gradazos¡¡ así que con las mismas me fui para casa, dándole vueltas a la cabeza.
El fin de semana pasado, la historia se repitió, fui al Corte Ingles, y ¡¡ZAS¡¡ ahí estaba de nuevo, toda la ropa de invierno infantil, perfectamente ordenada y con ¡tallas para elegir¡ (soy la típica que siempre me quedo sin alguna talla de cosas que me gustan). Además la cosa empeoró cuando pase por el stand de Gocco, marca de la que soy gran consumidora, erróneamente la gente piensa que Gocco es una marca cara, pero bajo mi punto de vista no es así, hay que saber que comprar.
En fin que, hasta el día de hoy he estado resistiendo, pero he tocado fondo, así que hoy mismo voy a ver si les compro un par de conjuntos de invierno y pantalones de próxima temporada ahora que hay modelos y tallas ¿para que esperar a septiembre cuando vuelva la marabunta y me queda sin tallas?
¡¡Mañana os contaré que tal mis compras invernales¡¡ ¡FELIZ DÍA¡
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