Viaje a Tomelloso y Lagunas de Ruidera

Después de un triste día de viernes (madre mía cuanto lloré) pasamos un fin de semana estupendo en el pueblo de Tomelloso, en La Mancha (el pueblo de mi cuñado), muy cerquita de Parque Natural Las Lagunas de Ruidera, es un pueblo precioso y con mucho ambiente.

Como mi costi tenía torneo de padel todo el fin de semana, me lié la manta a la cabeza y me fui con mi preciosa hermana y mi cuñado a pasar el fin de semana. Ha sido el primer fin de semana que hacemos un viaje los niños y yo sin el papi, pero ante pasar el finde los tres en casa pense, que carajo, ¡la vida es para disfrutarla¡

De esta fabulosa escapada, en la que disfrutamos todos como locos, he sacado un par de conclusiones a tener en cuenta en la realización de viajes, espero que os sirvan:

1. Jamás volveré a hacer una maleta justa de ropa. Como íbamos en el coche de mi cuñado, pensé “Inma, tu puedes, coge solo lo imprescindible”, no veáis lo que me costo porque soy la típica que llevo miles de cosas. Pues bien, me equivoqué de todas todas, María y Alejandro no pararon de macharse, que si me como un polo y me mancho desde las orejas hasta el dedo gordo del pié, que si una vez cambiad@ me rebozo cual croqueta en la arena del parque… un desastre, así que primera lección aprendida.

2. Una mama no cabe entre dos sillitas de coche (a no ser que el coche sea muy grande y este no era el caso) pero por Dios ¿en que estaba yo pensando? Fui todo el viaje prensada, incómoda, las sillitas torcidas… y que hablar tiene la vuelta hacía Murcia, en la misma situación y encima con dos sandías gigantes, que nos regaló el padre de mi cuñado, una a cada lado de mis pies, amenazando un aplastamiento a cada curva que daba el coche jeje.

3. Mis hijos con 3 años y 4 meses todavía necesitan carricoche. Por eso de ahorrar espacio, decidí llevar una sillita ligera individual en vez del gemelar. Al final, tuvimos que ir tomando a un niño a cada rato, y bueno, Alex no pesa mucho, pero mi María es otro cantar, vamos, que hicimos músculo todos los que íbamos.

Ha sido una escapada fabulosa. Las Lagunas de Ruidera estaban preciosas, llenas de agua hasta los topes, lo único malo, era que había muchísima gente bañándose en las cascadas. Nosotros, solo visitamos la laguna llamada “Lengua” a la que el público tiene acceso, mas arriba de esa laguna, hay otras que solo se pueden visitar, pero no bañarse en ellas porque están protegidas, son una pasada.

Y desde aquí, doy las gracias a la maravillosa familia de mi cuñado, por el gran acogimiento que nos han hecho, no hemos podido estar mejor. Además, mis hijos han ganado un nuevo idolo “María” la hermana de mi cuñado, mis mellizos se han venido prendados con ella, como me descuidé le crean un club de fans jeje no me extraña, es un autentico cielo.

¡Feliz día¡