Durante los primeros meses de vida de mis hijos, lo solía practicar en las madrugadas. Los ponía sobre mi pecho y me tumbaba en el sofá, y así, agustito, dormíamos otra horilla más ¡Dios mío que sensación¡ alucine nada mas sentirla.
Durante el periodo que mis hijos estuvieron en sus cunas, la relación que paíto y yo hemos tenido con el colecho ha sido esporádica, claro ¡si no se podían bajar¡ jeje pero todo cambió hace dos veranos, cuando decidimos pasarlos a las camas, ya que, por las noches, comenzamos a tener visitantes nocturnos y a disfrutar de ellos mientras dormíamos.
En la actulidad Marylin duerme del tirón en su cama y solo nos hace visitas nocturnas esporádicas, (la siestas con mami son su debilidad) así que, nos hemos quedado con un visitante nocturno, nuestro Pepito Grillo. Todas las noches siento su presencia en el dormitorio, no hace falta que haga ruido, puedo sentirlo (es un superpoder que se desarrolla cuando somos madres y padres ¿verdad?), entonces le extiendo los brazos, lo aupo a nuestra cama, lo acurruco entre paíto y yo y colecheamos unas horillas. Siempre nos acostamos dos pero nunca se cuantos vamos a amanecer ¿dos, tres o cuatro?
Así que, como veis, me he tenido que tragar mis primeros pensamientos sobre este tema porque la vida, a veces, nos lleva por caminos que pensamos que no vamos a transitar, y de este camino yo estoy disfrutando un muchísimo.
Feliz día a tod@s.
Yo no habia hecho colecho hasta que nacio mi tercera hija, pensaba que seria horrible, pero la peque en el hospital lloraba mucho y solo se callaba si se dormia conmigo, que agustito, es una sensación preciosa. En casa mi marido no es partidario, pero las veces que he podido lo he hecho. No es tarde descubrir nuevas cosas.
ResponderEliminarPues nosotros, con casi 7 años que tienen los gemelos, seguimos con visitantes esporádicos... Y si mi marido está de viaje, se turnan para dormir conmigo desde el principio de la noche. Mi madre siempre dice que no hay nada más agradable como dormir con tu hij@, y es cierto. (salvo que se mueva mucho...). Y es que a mí me encanta que los fines de semana, venga uno de ellos, o los dos, a las siete de la mañana y se meta. Y no pasa nada (siempre hay quien te mira mal cuando dices que tus hijos muchas veces se meten en tu cama, como si no fueras capaz de enseñarles a vivir). No creo que con 18 años sigan queriendo venir a nuestra cama. Y la infancia es una etapa muy corta. Si para poder dormir es necesario tener visitantes, pues no pasa nada! Lo que no sé es cómo lo haremos cuando en vez de dos sean tres los posibles visitantes, pero ya lo iremos viendo.
ResponderEliminarY es que es lo que dices, que conforme tus hijos van creciendo te das cuentas de que haces cosas que antes de tenerlos criticabas o no entendías.
Estoy totalmente de acuerdo con tu madre, es una experiencia maravillosa y como tu dices la infancia duran tan poquito... Cuando seais tres no te preocupes, ya sabes lo que decia la canción de Ikea "donde caben dos caben tres" un abrazo.
ResponderEliminarYo aun tengo "encerrados " a mis peques en sus cunas, pero no dudo de que en cuanto puedan se convertirán también en visitantes nocturnos, o al menos lo intentarán!.
ResponderEliminarDe pequeña mi hermano y yo dormíamos las siestas con mi madre, y aun recuerdo la tranquilidad de sentir su calorcito.
Me echa atrás el que sean dos, el poder controlar la situación, pero tiempo al tiempo!
Hola preciosa¡¡ pues ni te preocupes, donde caben 2 caben 4 jeje, mis hijos se duermen en sus camas, hacemos el típico ritual de rezos, cuentos y besos, al principio me daba miedo que se pudiesen bajar pero ni te preocupes que al final lo controlamos todo todito todo jaja
ResponderEliminarEsta mañana hemos amanecido los 5 en la cama!!! Vamos a tener que ampliaría pero no importa, efectivamente es la mejor de las sensaciones, a nosotros nos encanta....
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